Comentarios sobre el Salmo 119
La excelencia de la Palabra de Dios
11 Octubre, 2024
Por Esteban
El Salmo 119 es una alabanza dirigida a la misma Biblia. Se trata de una serie de versos que exaltan la pureza y excelencia de la Palabra de Dios.
El salmista nos hace entender, entre otras cosas, que la Palabra de Dios:
- purifica nuestros corazones (vv. 7, 9),
- nos aparta del pecado (v. 11, 133),
- nos llena de verdadero gozo (vv. 14, 111),
- es nuestro refugio en tiempo de angustia (vv. 23, 50, 92, 114)
- nos vivifica (vv. 25, 40, 149, 154, 156)
- nos muestra las maravillas de Dios (vv. 18, 27, 129)
- nos trae libertad (v.45)
- nos guía (v. 105, 130)
- es mejor que las riquezas materiales (vv. 72, 127, 162)
- es pura (v. 140)
También puedes escuchar esto en mi video:
Entre tantos versículos, uno de mis favoritos en este Salmo es el 97:
Este versículo me hace ver que David mantenía su mente enfocada en Dios y en sus promesas. Todo el día estaba pensando en lo que Dios le hablaba.
Ahora, nuestros pensamientos se convierten en emociones, nuestras emociones en acciones y nuestras acciones en carácter.
Por lo tanto, David amaba a Dios y Su Palabra a raíz de que su mente estaba enfocada en Él. También de aquí viene esa confianza que David tenía en Dios y la certeza de que Dios siempre lo escuchaba, le respondía y lo libraba de todo mal.
Además, aquí veo aplicado el principio de Isaías 26:3 (RVR1960): “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.”
Otro principio bíblico que veo aplicado aquí es el de Filipenses 4:8 (NTV): “Concéntrense en todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo bello y todo lo admirable. Piensen en cosas excelentes y dignas de alabanza.”
La vida de David era como la de cualquier persona normal, con luchas y aflicciones, con momentos de ansiedad y depresión (Salmo 51), pero una de las claves para la victoria era concentrarse en la bondad de Dios.
Así que a lo largo de todo el Salmo 119 podemos ver en David el resultado de una vida llena de la Palabra de Dios: amor por su palabra, certeza en sus promesas, una fe firme en la roca eterna, un corazón que alaba a Dios en los buenos tiempos así como en los malos tiempos.
Deseo que así sea en tu vida; que la Palabra de Dios more en abundancia en tu corazón (Colosenses 3:16), y que a través de ella, el Espíritu Santo te convenza de pecado, justicia y juicio (Juan 16:8). De esta forma la palabra de Dios, que nunca vuelve vacía (Isaías 55:11) producirá fruto en ti para gloria de Dios (Juan 15:8).
Contenido relacionado
Si quieres leer más sobre el Salmo 119, en estos artículos comento más a detalle sobre cada sección del capítulo:
- Salmo 119: 1 – 8 (Alef)
- Salmo 119: 9 – 16 (Bet)
- Salmo 119: 17 – 24 (Guímel)
- Salmo 119: 25 – 32 (Dálet)
- Salmo 119: 33 – 45 (He)
- Salmo 119: 41 – 48 (Vau)
- Salmo 119: 49 – 56 (Zain)
- Salmo 119: 59 – 64 (Chet)
- Salmo 119: 65 – 72 (Tet)
- Salmo 119: 73 – 80 (Yod)
- Salmo 119: 81 – 88 (Caf)
- Salmo 119: 89 – 96 (Lámed)
- Salmo 119: 97 – 104 (Mem)
- Salmo 119: 105 – 112 (Nun)
- Salmo 119: 113 – 120 (Sámec)
- Salmo 119: 121 – 128 (Ayin)
- Salmo 119: 129 – 136 (Pe)
- Salmo 119: 137 – 144 (Tsade)
- Salmo 119: 145 – 152 (Cof)
- Salmo 119: 153 – 160 (Resh)
- Salmo 119: 161- 168 (Sin)
- Salmo 119: 169 – 176 (Tau)